EL REINO DE LAS FRUTAS

Había una vez un lugar muy lejano donde existia un reino lleno de colores con arco iris inmensos y rios de agua dulce, éste reino era habitado por frutas de todo el mundo, viviá la fresa, el mango, la pera, el durazno, la piña; Todas muy dulces pero vivía un gruñón nuestro amigo el limón. Un día llegó a este reino una fruta que venia de muy lejos buscando amigos y un lugar donde vivir, el señor kiwi se llamaba, el era diferente a los demás, vestía un traje color tierra y muchos pelitos por encima que lo cubrían por completo y por donde pasaba las otras frutas se burlaban.

Un día vagando solo y triste por el campo sin darse cuenta se tropezó con el limón, quien furioso le gritó "fijate por donde caminas" El kiwi bien trite se puso a llorar porque nadie lo quería, el limón al ver que hizo mal, disculpas le pidió, los dos se sentaron a la orilla del rio y empezaron a hablar y entre chiste y chiste y risa y risa se dieron cuenta que eran muy diferentes; el limón duro por fuera y amargo por dentro; el señor kiwi delicado por duera y muy dulce por dentro, pero a pesar de todo y con su diferenteapariencia con un corazón muy grande.

Entonces los dos hicieron un trato que a pesar de su apariencia y de lo que pensaran los demás, ellos mostrarian su corazón para que la gente los conociera y ellos serían amigos por siempre. Al pasar de los días las demás frutas se dieron cuenta que éstos señores no eran lo que aparentaban y emezaron a hacer amistad, con el transcurrir de los meses en éste reino todos eran amigos del limón y el señor kiwi y así vivieron felices para siempre.

DAYRON ORTÍZ Y LORENA ANGARITA 1B J.M

EL TOMATE

Un pequeño tomate colgaba de una tomatera, estaba muy triste y no dejaba de llorar. Cerca de él había un hermosos tomate rojo que le preguntó: ¿Qué te pasa tomatito?, ¿No me ves? Soy pequeño, duro y muy verde ¡los niños no me quieren comer! El hermoso tomate le dijo: No llores, pequeñín, en pocos días eso estará solucionado, ahora eres verde, duro y pequeño porque aún no has madurado pero pronto te convertirás en un gran tomate colorado con gran cantidad de vitaminas y los niños estarán  deseando comerte ¡De verdad! Claro, hace poco yo también era como tú pero mi tomatera ha sido bien regada y me ha dado mucho sol y fíjate como me puesto ¡mira!

Creo que ya vienen por mí.   Mamá, mira que tomate más rico ¿Lo  puedo coger? Claro que si, te lo voy a poner en la ensalada y tal como había dicho el hermoso tomate rojo, el pequeño tomate verde fue haciéndose más y más grande hasta llegar a ser el tomate más hermoso y colorado de la huerta. Mamá ¿Has visto?  Es el tomate más  grande y rojo que nunca había visto. –Es cierto es tan grande que podré hacer ensalada para toda la familia.. ¡Imaginas como estaba el tomate!.....muy muy contento.

 

LA HAMBURGUESA QUE NO QUERÍA SER COMIDA BASURA

Había una vez una hamburguesa que tenía muchas vidas. Cada día se despertaba en su hamburguesería, esperaba pacientemente el turno hasta que era preparada por uno de los cocineros, y finalmente era servida en cualquiera de las mesas. Mientras la comían, ella hacía todo lo posible por ser sabrosísima, y con el último bocado del cliente, sentía como si se apagara la luz y se fuera a dormir. Y al día siguiente se repetía la historia.


Nuestra hamburguesita podría haber seguido viviendo así de tranquila durante muchos años, si no hubiera sido porque un día, mientras esperaba su turno en el fogón, pudo escuchar cómo uno de los clientes la llamaba “comida basura” ¡Cuánto se enfadó! Estaba tan furiosa que casi se quemó.

 
A partir de ese momento, se dio cuenta de que mucha gente usaba esa expresión para hablar de ella y sus hermanas. Y tras escuchar atentamente cualquier programa de radio o televisión donde se hablara de comida basura o comida sana, llegó a una terrible conclusión: era verdad que era “comida basura”.


Ahora comprendía por qué la mayoría de sus clientes favoritos estaban mucho más gordos que cuando los conoció, o por qué los que visitaban mucho el local tenían mal aspecto. La hamburguesa se sintió fatal, ¡todo era por su culpa! Así que trató de encontrar una solución, alguna manera de evitar aquel odioso nombre.


Y entonces se le ocurrió. Cuando vio que entraba uno de aquellos niños que pisaban al local casi a diario, escogió el mejor sitio, y esperó a ser servida. Una vez en manos del niño, cuando llegó al momento más especial, el del primer mordisco, se concentró tanto como pudo y… no pasó nada. El niño hincó los dientes en la hamburguesa y masticó aquel bocado normalmente. Luego dio otro, con la hamburguesa igual de concentrada, pero todo siguió igual... Así siguieron varios bocados más, y la hamburguesa estaba ya a punto de rendirse, cuando oyó la voz del niño:


- ¡Puaj!, ¡Qué rollo! Esta hamburguesa no sabe a nada.

Aquello fue sólo el principio de un plan que resultó perfecto. La hamburguesa convenció a todas sus hermanas de que no tuvieran ningún sabor cuando los clientes hubieran estado comiendo allí sólo unos días antes, a cambio de estar aún más sabrosas cuando espaciaran más las visitas. De esa forma, dejaron de ver siempre las mismas caras enfermizas y regordetas, y muchos de sus amigos comilones consiguieron un aspecto mucho más saludable, además de degustar hamburguesas muchísimo más ricas.


Y es muy posible que esas hamburguesas sean muy viajeras porque, desde entonces, en todas partes disfrutas mucho más del sabor de una comida cuando llevas tiempo sin probarla, que cuando tratas de comer lo mismo todos los días.

AUTOR: PEDRO PABLO SACRISTAN

 

ERASE UNA ESPINACA

Erase una espinaca que vivìa muy lejos de aquì, a ella le gustaba bailar ....salsa, jugaba en el parque con sus amigas, vivía con su familia, la mamá lechuga, el papá zabahora y su hermanita la arvejita.

 

Un día la familia se fue de paseo al campo, se divirtieron ordeñando las vacas y haciendo queso. Al terminar el día volvieron a la casa y contaron lo felices que fueron, le dieron gracias a Dios por lo bien que la pasaron y todos se fueron a descansar.

AUTOR:OSCAR ARIZA 2B